Aunque
Marruecos es un país
musulmán, tiene una larga tradición en el sector vitivinícola pues ya en la
época romana existían cultivos de vid en la zona. De hecho, los expertos coinciden
en que Marruecos, al beneficiarse de las brisas del Atlántico, es el país de la
región mediterránea norteafricana con mayores posibilidades de producción de
vinos del gusto mayoritario de los países consumidores. En el país se producen
vinos tintos, blancos, rosados y grises.
Hay dos factores que explican que
tradicionalmente no se haya considerado un mercado importante. Por un lado, la
población del país, según datos en 2010, era de
31.968.361 personas (estimación en
julio de 2011) y, por otro lado, se trata de un país de confesión musulmana.
Sin embargo, si se valoran otros
factores, el mercado adquiere mayor atractivo. En primer lugar, cabe destacar
la occidentalización de los gustos de la creciente clase media urbana.
Además cabe destacar la importancia
demográfica de los segmentos de población en los que más está aumentando el
consumo de bebidas alcohólicas: las mujeres y los jóvenes. En Marruecos la edad
media es de 27 años y el número de mujeres ligeramente superior al de hombres.
En
Marruecos se cultivan
actualmente unas 49.000 hectáreas de vid de las que aproximadamente el 16%, es
decir, sólo 8.000 ha están destinadas a la vinificación. Además, la viticultura
proporciona empleo estable a unas 10.000 personas. Aunque la producción
potencial de vino es superior a los 400.000 hectolitros, y a pesar de que en el
año 2009 se alcanzó una producción real de 380.000 hectolitros, la media anual
varía entre 300.000 y 350.000 hectolitros anuales.
Hasta hace pocos años SODEA (Sociedad
de Desarrollo Agrícola) gestionaba casi el 70% de los viñedos del país. Este
organismo es una empresa pública creada en 1972 que a través de la
participación en diferentes filiales contribuye a la producción y
comercialización del 60% de los vinos marroquíes.
La
principal característica
del sector del vino en Marruecos es la concentración tanto en la producción
como en la distribución. Existen seis productores entre los que destacan los
tres más grandes: Les Celliers de Meknès, Thalvin y Castel. Por otro lado, los
cuatro importadores- distribuidores más relevantes se concentran en los mismos holdings empresariales.Llama la atención que
pese a la nula promoción comercial realizada, las cifras de exportación superan
a las de países sí realiza actividades destinadas a dar a conocer.Los vinos
españoles. Además el diferencial con Francia sigue siendo abismal, es decir, existe
un amplio potencial de crecimiento.
![](//3.bp.blogspot.com/-t8awlYpOTss/Tx_Bgb553KI/AAAAAAAAAIg/Chn6hQ8s-Kw/s320/estadisticas+marruecos.JPG)
A pesar de que Marruecos no sea un
país con una excesiva demanda de vino, es cierto que existen más oportunidades para el vino español de las que se están
aprovechando. Además, distintos factores como la creciente clase media con
gustos occidentalizados, el aumento del número de turistas o el aumento en el
número de expatriados europeos en Marruecos hacen prever un aumento en la
demanda de vino principalmente en las gamas altas.
Sin embargo, para poder aprovechar
estas oportunidades parece indispensable una labor de promoción del vino
español tanto en el canal on-trade como
en el canal off-trade
pues el principal
problema es que el vino español es un desconocido frente al vino francés.Las
posibilidades para la empresa española no se limitan a la exportación. El grupo
francés Castel, por ejemplo, ha entendido las ventajas de producir en
Marruecos. Aunque es complicado, cada vez se dan más facilidades a los
inversores extranjeros en el sector agrícola como ha podido observarse, por
ejemplo con las licitaciones para el arrendamiento de 56.000 hectáreas de
tierra, anteriormente gestionada por sociedades públicas, para el desarrollo de
las principales ramas agroindustriales entre las que se encuentra la
vitivinícola. Esta liberalización se engloba dentro del proceso de apertura
comercial que está experimentando Marruecos en los últimos 30 años.
En segundo lugar, el aumento del turismo y del número de expatriados
occidentales. En el caso del turismo, el ambicioso plan gubernamental Visión 2020
tiene como objetivo situar a Marruecos
entre las 20 potencias turísticas mundiales en los próximos años. La tabla
que aparece a continuación muestra la evolución del número de turistas en los
últimos años por nacionalidades: